

Capítulo 1
La Europa para las lenguas
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a los jóvenes las herramientas para desarrollar estas competencias para poder
enfrentar la vida adulta, y para mayores oportunidades de aprendizaje, incluida
la vida laboral.
Entre las ocho competencias clave se incluyen, en las dos primeras posiciones,
la
comunicación en la lengua materna y la comunicación en idiomas extranjeros
y es esencial
subrayar que todas las competencias clave se consideran igualmente importantes,
ya que cada una de ellas puede contribuir a una vida positiva en la sociedad del
conocimiento. Específicamente con respecto a la segunda competencia clave, la
Recomendación primero proporciona una definición: “
se basa en la capacidad de
entender, expresar e interpretar conceptos, pensamientos, sentimientos, hechos y opiniones
en forma oral y escrita - comprensión oral, expresión oral , comprensión escrita y expresión
escrita - en un rango apropiado de contextos sociales y culturales - educación y capacitación,
trabajo, hogar, ocio - dependiendo de los deseos o necesidades individuales. La comunicación
en idiomas extranjeros también requiere habilidades como la mediación y la comprensión
intercultural. El nivel de dominio de un individuo varía inevitablemente entre las cuatro
dimensiones (comprensión oral, expresión oral, comprensión escrita y expresión escrita) y
entre los diferentes idiomas y en función de su origen social y cultural, su entorno y sus ne-
cesidades y / o de sus intereses
”. A continuación, destacamos que los conocimientos,
habilidades y actitudes esenciales relacionados con esta competencia presuponen:
“
el conocimiento del vocabulario y la gramática funcional y el conocimiento de los principa-
les tipos de interacción verbal y registros de idiomas. El conocimiento de las
convenciones
sociales, el aspecto cultural y la variabilidad de las lenguas
también es importante
”. Ade-
más, se destaca que las habilidades esenciales para la comunicación en idiomas
extranjeros consisten “
en la capacidad de comprender mensajes, iniciar, apoyar y concluir
conversaciones y leer, comprender y producir textos adecuados a las necesidades individua-
les
”. Finalmente, se señala que las personas “
también deberían poder utilizar las ayudas
de manera adecuada y aprender idiomas también de manera informal en el contexto del
aprendizaje permanente
”. En resumen, es posible afirmar que una actitud positiva
implica “
la apreciación de la diversidad cultural, así como el interés y la curiosidad por los
idiomas y la comunicación intercultural
”.
En enero de 2007, el Comisionado Leonard Orban recibió el encargo de dar
un nuevo impulso al multilingüismo en los Estados miembros, prestando es-
pecial atención al sector lingüístico en las empresas, también en vista del Año
Europeo del Diálogo Intercultural (2008).
Entre septiembre y noviembre de 2007 se llevó a cabo una consulta pública,
promovida por la Comisión Europea, para conocer las opiniones de los ciu-
dadanos europeos con respecto a la política lingüística. Los resultados de
esta investigación se convirtieron en una nueva Comunicación que se publicó
en septiembre de 2008 y se tituló: “
Multilingüismo: un recurso para Europa y un
compromiso compartido
”
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. La difusión de idiomas se convirtió así en una tarea
compartida e inevitable de los estados europeos para mejorar las oportuni-
dades de vida de los ciudadanos, facilitar el acceso a los servicios y garantizar
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COM(2008) 566 del 18 septiembre 2008.